lunes, 27 de junio de 2016

Problemas a los que se enfrenta actualmente la industria del cine

El la celebración del los últimos premios Goya se apuntó a que el sector está muy mal y se señalaron dos culpables: el Gobierno, por aumentar el IVA cultural y no crear un modelo claro de subvenciones; a los Internautas, por las descargas de películas online.


Vamos a ver más causas porque la realidad es más compleja que lo quieren hacer parecer sus afectados.

El Gobierno


Para el mundo del cine el Gobierno es el mal. Y por lo que se ve el sentimiento es recíproco, así que no quito razón a la industria del cine. El Gobierno se lleva, en general, más con el sector y le ha castigado quitando subvencciones y subiendo el IVA del tipo reducido al general, justo además cuando había una subida general de los tipos impositivos. El efecto fue que el cine pasó de tener un IVA del 8% al 21%.


La mayoría de las películas que se proyectan en España son de EEUU. Una minoría son españolas y además tienen pocos espectadores.

Internet y las descargas


El mundo ha cambiado mucho en las dos últimas décadas. Internet permite transmitir contenidos audiovisuales de forma rápida. Pero ha habido más cambios: los televisores son cada vez más grandes y de mejor calidad de vídeo y sonido. Mucha gente prefiere ver el cine en casa.


¿Qué pasó cuando juntamos las preferencias de la gente y la oferta cero en Internet? Que empezaron las descargas. Y es cierto que ahora mismo hay oferta de cine en casa y además a unos precios bastante razonables. Pero la lentitud del sector por ofrecer lo que demandaba el público fue determinante para el establecimiento de las costumbres de la gente.


Además hay otro factor, el sector del cine sigue con un modelo de distribución bastante antiguo. Quieren que primero se emita en salas, luego alquiler / online, por último venta. Señores, la gente quiere ver en su casa la película el día que se estrena, y si no hay oferta legal y es muy sencillo verlo por otros canales, estáis perdiendo clientes.


En definitiva, estamos ante un cambio de modelo de negocio y al cine le está costando mucho adaptarse. Van a remolque de la demanda y no acaban de dar solución. Piden una legislación más dura y sólo estarán satisfechos cuando sea más grave en el código penal descargarse una película que agredir a alguien. Y esto no puede ser así, porque si algo es importante de la legislación es que sea proporcionada y que sea compartida por la mayoría de la población.
La crisis en general


En el análisis del sector del cine faltó una pata fundamental. España atraviesa una crisis importantísima. Tenemos más de un 25% de paro. Y los que no están en paro han visto como sus sueldos bajaban. El gasto en cine lógicamente se ha reducido, aunque no hubiera pasado nada de lo anterior.


     Y al igual que el cine hay muchos sectores hechos polvo, sólo que no pueden apuntar a Internet de todos sus males (al Gobierno sí, todos apuntan al Gobierno por la falta de subvenciones). Se me ocurren sectores como la construcción, la automoción, compañías aéreas, muebles, electrodomésticos, venta retail... todos han visto como las ventas se hunden. ¿La culpa es de Internet? Es de la crisis.


Y cuando la crisis acecha la única solución es bajar precios, pero el cine no lo ha conseguido. No sé quienes son los culpables, pero en una crisis tan brutal no se pueden subir los precios del ocio, lo único que conseguirás es perder espectadores.

La abundante oferta de ocio


Otro factor que nunca apuntan es la abundante oferta de ocio que tenemos en nuestros días. Cada vez más. Vamos a centrarnos en el audiovisual únicamente. Hace veinte años un viernes por la noche tenías unos pocos canales de televisión (en una televisión no muy grande) y el cine si querías ver algo.


Hoy en día tenemos una veintena de canales, sin contar los de pago. Miles de páginas web con contenido audivisual gratuito que se pueden ver en la televisión (sin descargar nada, hablo de Youtube y similares). Series de televisión a la carta con unos presupuestos por capítulo mayores que cualquier producción cinematográfica española.


Hace veinte años las películas españolas competían con las más famosas americanas (y siempre del momento). Hoy en día la competencia es global, un espectador puede ver cualquier película de la historia de cualquier país del mundo y el espectador está a pocos clicks de distancia de verla.


Y no me he salido del sector audiovisual, porque tenemos libros al instante en nuestro ebook, cursos online de calidad universitaria gratuitos, acceso a la prensa de cualquier país del mundo, en deportes no estamos limitados a la Liga y poco más (podemos acceder a ver cualquier partido de cualquier deporte del mundo), y un largo etcétera.


La explosión de entretenimiento que nos ha proporcionado Internet es brutal, y este efecto no lo está sufriendo solo el cine. Todo el que intente entretener se enfrenta a esto, pero el cine no lo ve. Piensa que los viernes y sábados por la noche la gente no tiene otra cosa que hacer que ir a las salas de cine y esto ya no es así.

La causas son múltiples y las soluciones no son milagrosas


En definitiva, tenemos múltiples causas y la solución a esto no es nada fácil, pero hay que intentarlo: primero, el cine debe bajar sus precios para competir con el resto de la oferta de entretenimiento que hay disponible y adaptarse a la bajada de renta disponible de la población. Además, deben estrenar simultáneamente en todos los formatos, que el cliente tenga todas las opciones disponibles.


El cliente tiene que tener muy fácil ver la película, no puede ser más cómodo descargarla en su ordenador. Es más, ¿por qué no ofrecer una descarga sin DRM si el cliente no quiere streaming? A lo mejor es una forma de competir con el libro en los ratos libres, ya que casi todo el mundo tiene smartphones.


El milagro es complicado, es cierto, pero se puede intentar. La atención que se da a la gala de los Goya es una prueba de que existe un interés en el cine español así que no todo está perdido. Pero hay que intentar mejorar, no únicamente quejarse.

Kandinski

Para el tercer trabajo, utilizaremos como referente al pintor ruso Vasili Kandinski,  un  pintor   ruso , precursor de la  abstracción  en ...