Tal y como se ha explicado, la imagen va mas allá de su función descriptiva, informativa, documental y acumula diferentes significados voluntarios, pensados, que en muchas ocasiones son manipulados conscientemente por los emisores de los mensajes.
Desde los inicios de la comunicación visual, la plasticidad de las imágenes se ha traducido en sensaciones, provocando un sentimiento estético. El hecho de que no comprendamos el significado de una imagen no quiere decir que no pueda transmitirnos sensaciones. Esto ocurre con el arte abstracto.
Horizontales, de Wassily Kandinsky.
El arte abstracto no deja de transmitirnos sensaciones, a pesar de que sus imágenes nos resulten incomprensibles.
Por otro lado, hay otro tipo de imágenes mas realistas que juegan con la realidad y su simbología para comunicar de manera oculta o menos abierta. Por eso, cuanta mayor experiencia con imágenes tengamos, mayor cultura adquiriremos como seres sociales y más cerca estaremos de una percepción acertada de la realidad.
Conocer como funcionan los medios de comunicación es la mejor manera de ser críticos a la hora de interpretar los mensajes que, como espectadores, consumimos a través de los canales de información que se integran en nuestra vida diaria.
Ser críticos nos servirá para no considerar como realidad algo que no lo es, basándonos en la propia experiencia.
Conocer como funcionan los medios de comunicación es la mejor manera de ser críticos a la hora de interpretar los mensajes que, como espectadores, consumimos a través de los canales de información que se integran en nuestra vida diaria.
Ser críticos nos servirá para no considerar como realidad algo que no lo es, basándonos en la propia experiencia.
9.1. La atracción visual
El espectador se siente atraído por lo impactante, lo que sobresale o destaca de las imágenes de la vida cotidiana. Los elementos gráficos esenciales de una imagen (el punto, la línea, el contorno, el formato, el tono, el color, la textura, el movimiento) le confieren unas características plásticas que provocan en el espectador una sensación estética agradable o desagradable. También cualquier imagen que rompa el equilibrio o dinamismo del lenguaje visual, indirectamente, es objeto de atracción por no ser convencional.
El peso y la fuerza de determinadas formas, líneas o colores en una imagen, según sean redondeadas o con aristas, horizontales u oblicuas, condicionará la percepción e interpretación de un significado en virtud a una serie de normas perceptivas (principio de distinción de la figura con respecto al fondo, de simplicidad o agrupación, de interpretación de cierre o continuidad, etc.) que fueron estudiadas hace años por la escuela de psicología de la Gestalt y se explicaran mas ampliamente en otra unidad.
El peso y la fuerza de determinadas formas, líneas o colores en una imagen, según sean redondeadas o con aristas, horizontales u oblicuas, condicionará la percepción e interpretación de un significado en virtud a una serie de normas perceptivas (principio de distinción de la figura con respecto al fondo, de simplicidad o agrupación, de interpretación de cierre o continuidad, etc.) que fueron estudiadas hace años por la escuela de psicología de la Gestalt y se explicaran mas ampliamente en otra unidad.
Tomando como base lo anterior, podemos observar en la imagen un principio de articulación de los elementos que la componen, llamado composición, que se basa en una serie de reglas estandarizadas, como la sección áurea, utilizada por los griegos en arquitectura y escultura como canon de belleza y perfección estética de una imagen, o la regla de los dos tercios, que se basa en la anterior para determinar las áreas de una imagen que se perciben con mayor fuerza por parte del receptor, dividiendo el encuadre en seis partes proporcionales
La forma de leer culturalmente asimilada en una sociedad es esencial para determinar la importancia de los elementos que situemos al crear una imagen y, por tanto, para interpretar críticamente qué nos quieren decir los medios de comunicación con sus mensajes. Por ejemplo, en occidente leemos y escribimos de izquierda a derecha, por lo que el recorrido visual que realizamos para observar una imagen será el mismo. Basándose en esto, los diarios cambiaron hace años la distribución de la publicidad en us páginas, de modo que ésta aparece en las páginas impares (a la derecha) , que son las que mas acaparan nuestra atención.
9.2 La imagen como medio de comunicación de emociones
En general recordamos más fácilmente los rostros de las personas que sus nombres, porque registramos los rasgos distintivos. Sabemos que encontrar algo distinto, tanto en la apariencia como en el rostro, atrae más la atención y beneficia al recuerdo. Tendemos a recordar aquellas caras que son distintas y sobresalientes, tanto los rostros muy atractivos como los poco atractivos. También es mejor el recuerdo de rostros de nuestra raza que de rostros de otras razas.
Pero, además de los aspectos físicos, también afectan al recuerdo los aspectos emocionales. Recordamos mejor un rostro que expresa emociones y, sobre todo, si éstas son intensas y diferentes, que otro sin expresividad.
Desde el punto de vista de la transmisión de emociones podemos dividir el rostro en tres zonas:
1. Zona correspondiente a la frente y cejas, que están implicadas en el sentimiento de tristeza
2. Zona formada por los ojos, implicados en el estado de ánimo y la intencionalidad de las personas.
3. Zona de naríz, mejilla, boca y mentón, que están implicados en el sentimiento de alegría
La transmisión de emociones a través del rostro ha generado catálogos que se utilizan en la confección de retratos robots para búsquedas policiales, en efectos especiales en el cine a través de la manipulación digital de imágenes, en programas informáticos con fines didácticos o de entretenimiento, etc.
9.3 Una imagen vale más que mil palabras
En otro orden de las cosas, los expertos en comunicación saben que la presentación gráfica o fotográfica de una información tiene mayor impacto emocional, y generador de imágenes mentales, que la simple presentación verbal. El investigador Kenrick Thompson sometió a dos grupos de estudiantes a una exposición en la que se relataba la matanza de civiles vietnamitas por el ejército americano durante la guerra del Vietnam. Uno de los grupos asistía a la proyección de fotografías tomadas durante el desarrollo de este episodio. El otro grupo leía descripciones verbales de estos hechos.
Ambos grupos debían responder a continuación a un cuestionario en el que tenían que expresar su acuerdo o desacuerdo con una serie de afirmaciones. Los estudiantes que habían asistido a la proyección de las fotografías condenaban con más severidad que los otros los hechos que se les habían sido relatados.
Horowitz demostró que las películas con escenas de miedo o de suspense generaban más imágenes mentales que otras sin esas escenas. Por eso, muchas personas dicen haber pasado miedo después de haber visto películas como La casa de los horrores, El muñeco diabólico, El exorcista, etc. Las películas con muchas representaciones gráficas de horror generan pesadillas.
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